Etiopía ha acusado al gobierno de Eritrea de trabajar con un grupo de oposición con sede en la región norte de Etiopía para preparar una ofensiva militar, destacando la preocupación por un nuevo conflicto en la región.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Gedion Timothewos, hizo esta afirmación en una carta apelando al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, según lo citado por la agencia de noticias AFP y los medios etíopes el miércoles.
En la carta, Timothewos afirma que existe una clara “colusión” entre el gobierno de Eritrea y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), una fuerza política alguna vez dominante en Etiopía que luchó contra una Guerra civil de dos años con Addis Abebafinalizando en 2022.
“La colusión entre el Gobierno de Eritrea y el TPLF se ha hecho más evidente en los últimos meses”, afirma la carta, citada por la AFP. “La facción polvorienta del TPLF y el gobierno de Eritrea se están preparando activamente para declarar la guerra a Etiopía”.
En la carta, Addis Abeba también acusa a Asmara y al TPLF de “financiar, movilizar y ejecutar grupos armados” en la región norte de Amhara, donde el El ejército federal se enfrenta a los rebeldes durante varios años.
El mensaje le habla deteriorar las relaciones entre las vecinas Etiopía y Eritrea, que tienen una historia sangrienta que dura décadas.
Después de que Eritrea se independizara de Etiopía en 1993, una guerra fronteriza Estalló entre los dos países del Cuerno de África entre 1998 y 2000, matando a decenas de miles de personas.
Las relaciones se descongelaron en 2018 después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, llegara al poder, y el ejército eritreo apoyó a las fuerzas federales etíopes en la Guerra de Tigray de 2020-2022.
Desde el final del conflicto, las relaciones han vuelto a tomar un giro beligerante, y Asmara acusa a su vecino sin salida al mar de tener el ojo puesto en el puerto de Assab, en el Mar Rojo, en el sureste de Eritrea.
Abiy ha expresado repetidamente su esperanza de que Etiopía recupere el acceso marítimo, legalmente perdido tras la independencia de Eritrea.
Timothewos, en su carta a Guterres, dijo que Addis Abeba quiere “entablar negociaciones de buena fe con el gobierno de Eritrea” y tiene una visión de “prosperidad compartida a través de una integración que preserve la integridad territorial y la soberanía de ambos estados”.
Acusó a Asmara de intentar “justificar sus siniestras maquinaciones contra Etiopía afirmando que se sentía amenazada por la búsqueda de Etiopía de acceso al mar”.
Eritrea, uno de los países menos poblados y más insulares de África, con alrededor de 3,5 millones de habitantes, se ha fortalecido en los últimos meses con Egipto, que también ha relaciones tensas con Etiopía sobre los recursos hídricos.