Tres años después de los ataques al gasoducto Nord Stream en el mar Báltico, Polonia se negó el viernes a extraditar a uno de los presuntos participantes a Alemania, al considerar que la solicitud alemana no estaba suficientemente motivada.
Un tribunal de Varsovia rechazó el traslado del ucraniano de 46 años identificado como Volodymyr Z y levantó su prisión preventiva, según informó la agencia de noticias PAP.
El juez dictaminó que las autoridades alemanas sólo habían proporcionado información muy general, dejando al tribunal polaco sin ninguna prueba concreta en el caso, informó PAP.
El gobierno alemán puede apelar.
El máximo tribunal de Italia bloqueó el miércoles la extradición de otro sospechoso detenido en Italia.
Volodymyr Z era buscado por Alemania en virtud de una orden de detención europea. Fue detenido a finales de septiembre en Pruszków, cerca de Varsovia, y permanece detenido desde entonces.
Según la fiscalía federal de la ciudad alemana de Karlsruhe, el hombre de 46 años es un buzo cualificado que presuntamente formó parte del grupo que colocó artefactos explosivos en los gasoductos Nord Stream cerca de la isla de Bornholm, en el mar Báltico, en septiembre de 2022.
La fiscalía le acusa de haber provocado una detonación explosiva y un sabotaje inconstitucional.
Las explosiones durante el ataque dañaron tanto los dos gasoductos que no se pudo transportar gas a través de ellos. Las explosiones se registraron cerca de Bornholm, en Dinamarca. Poco después se descubrieron cuatro fugas en tres de los cuatro oleoductos totales.
Anteriormente, el gas natural ruso circulaba a través del Nord Stream 1 hacia Alemania, pero no en el momento del ataque. Nord Stream 2 aún no estaba operativo debido a la guerra de Rusia contra Ucrania.
Tusk: “El caso está cerrado”
El primer ministro polaco Donald Tusk, escribiendo en X, acogió con agrado la decisión del tribunal de rechazar la extradición, diciendo: “con razón. El caso está cerrado”.
Tusk dijo anteriormente que no era de interés para Polonia procesar al hombre o extraditarlo a otro país. La Oficina de Seguridad Nacional (BBN), que depende del presidente Karol Nawrocki, rival político de Tusk, expresó una opinión similar el miércoles por la noche.
Los líderes políticos polacos se han opuesto sistemáticamente a la construcción del oleoducto, advirtiendo que Rusia podría utilizarlo como herramienta de chantaje. Esta posición no ha cambiado a pesar de un cambio de gobierno hace dos años y un reciente cambio de presidencia.



