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Cómo se prepara Alemania para el conflicto moderno a medida que aumentan las amenazas

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Después de más de tres años y medio de guerra en Ucrania y frente a la amenaza rusa, las fuerzas armadas alemanas, o Bundeswehr, tuvieron que repensar fundamentalmente sus planes operativos.

“La eficiencia está antes que la cobertura, porque no hay un segundo ganador”, dice el teniente general Alfons Mais, inspector del ejército recientemente retirado, sobre su participación en el combate activo.

Si alguna vez fuera necesaria la defensa militar de Alemania y sus socios de la OTAN, esperar en un campo seguro durante las misiones en el extranjero -el objetivo tradicional de la Bundeswehr- no sería una opción, señala.

Los acontecimientos se han centrado ahora en los desafíos de la defensa nacional y de la OTAN. Una brigada alemana lista para el combate está estacionada en Lituania y se están llevando a cabo discusiones sobre cómo Alemania podría participar en las garantías de seguridad para Ucrania.

Los jóvenes son mucho más serios.

Los esfuerzos de reclutamiento, que durante mucho tiempo se han parecido a los de un empleador regular, también se han centrado más en el ejército.

“Creo que todos nuestros soldados saben a lo que se pueden enfrentar. Y nosotros también lo notamos. En las conversaciones con los jóvenes, encuentro que se han vuelto mucho más serios”, dijo Mais a dpa.

“Cualquiera que se una hoy a la Bundeswehr sabe que hay una guerra en Europa”.

Las tensiones han aumentado en los últimos meses. El sabotaje y el espionaje en Alemania, los numerosos avistamientos de drones en muchos aeropuertos europeos y los preparativos para posibles incidentes militares están cambiando las fuerzas armadas.

Se aprenden lecciones de las sangrientas batallas defensivas de los ucranianos. Un enfrentamiento militar también podría comenzar en un momento inoportuno.

“Tenemos que ser conscientes de que si suena la campana, nos podría pillar en un estado no óptimo o en un momento no óptimo. Los comandantes tienen que prepararse mentalmente para eso”, afirma el teniente general retirado.

Para resistir un ataque al aparato militar ruso –e incluso para proporcionar una disuasión creíble– debe haber una determinación o un “estado mental” más allá del armamento, añade Mais.

Más bien, es una actitud: una voluntad de defenderse incluso en situaciones que exigen mucho –a veces inhumanas– de los individuos. Una sociedad profundamente civil lucha con esto.

Luchar contra un oponente: un trabajo como ningún otro

El sargento mayor Jan Hecht vivió una situación similar durante una patrulla en Afganistán en el verano de 2009. “El combate duró cinco horas, cinco horas muy intensas”, dice el suboficial, condecorado con la Cruz de Honor por su valentía.

A él y a su pelotón de 36 hombres se les asignó la tarea de inspeccionar una carretera de conexión poco utilizada en la provincia de Kunduz en busca de artefactos explosivos cuando un equipo de reconocimiento alemán al norte fue alcanzado por un artefacto explosivo y estuvo involucrado en un tiroteo.

Hecht ordenó a su equipo que se reuniera e intentó abrirse camino hasta el equipo de reconocimiento.

Tan pronto como se acercaron, se encontraron inmediatamente bajo un intenso fuego enemigo: alrededor de 80 atacantes – se supo más tarde – habían tendido una emboscada.

“El tiempo y el espacio son difíciles de describir en retrospectiva. Es una situación en la que el tiempo ya no es perceptible”, afirma. “A veces pasa muy rápido. Y luego hay fases que parecen durar una eternidad, y parece que han pasado horas. En realidad, sólo han pasado unos minutos”.

Los soldados se abrieron paso libremente, pero luego se vieron envueltos en una segunda batalla más lejos.

Sin sentimientos como agresión o ira.

“En el primer encuentro con el enemigo, con fuego por todas partes, es principalmente instinto. ¿Y luego? Todo es instinto, experiencia, trabajar sobre lo que has experimentado antes”, dice Hecht.

“El objetivo del entrenamiento militar es funcionar en situaciones caóticas sin tener que pensar en tus acciones. Y una situación de combate es tan intensa que es prácticamente imposible pensar racionalmente qué hacer a continuación”.

Hecht señala que no experimentó emociones como agresión o ira, sino horas de adrenalina y alta presión, durante las cuales permaneció relativamente impasible.

“Hay que mostrar cierta determinación para sobrevivir en una situación así. Sin esa determinación, se corre el riesgo de dudar, lo que podría ser perjudicial”, explica el soldado.

“El coraje es un proceso de pensamiento”

Hasta el momento, 33 militares han recibido la Cruz de Honor. Sirven como modelo para las fuerzas armadas por su iniciativa, liderazgo y extraordinario coraje. Todo soldado jura ser valiente.

“El coraje es un proceso de pensamiento. Implica aceptar el hecho de que algo me puede pasar a mí, que puedo causar daño a alguien”, explica Mais.

“Cuando al coraje se le suma la valentía en una situación específica, tenemos personas capaces de lograr logros extraordinarios. Personas que se ponen en segundo lugar en situaciones especiales para proteger a sus compañeros, salvarlos del peligro o cumplir la misión a pesar de la mayor resistencia”.

El teniente general Alfons Mais durante una entrevista con dpa en su oficina del cuartel de la Bundeswehr en Strausberg, a las afueras de Berlín. Pero recién jubilado. Carsten Koall/dpa

El sargento mayor Jan Hecht, que sirvió en Afganistán, recibió la Cruz de Honor por su valentía. Carsten Koall/dpa

El sargento mayor Jan Hecht, que sirvió en Afganistán, recibió la Cruz de Honor por su valentía. Carsten Koall/dpa

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Jeronimo Plata
Jerónimo Plata is a leading cultural expert with over 27 years of experience in journalism, cultural criticism, and artistic project management in Spain and Latin America. With a degree in Art History from the University of Salamanca, Jerónimo has worked in print, digital, and television media, covering everything from contemporary art exhibitions to international music, film, and theater festivals. Throughout his career, Jerónimo has specialized in cultural analysis, promoting emerging artists, and preserving artistic heritage. His approach combines deep academic knowledge with professional practice, allowing him to offer readers enriching, clear, and well-founded content. In addition to his work as a journalist, Jerónimo gives lectures and workshops on cultural criticism and artistic management, and has collaborated with museums and cultural organizations to develop educational and outreach programs. His commitment to quality, authenticity, and the promotion of culture makes him a trusted and respected reference in the cultural field. Phone: +34 622 456 789 Email: jeronimo.plata@sisepuede.es