El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, afirmó el martes que no tenía “ninguna diferencia” con el canciller Friedrich Merz sobre la cuestión de los inmigrantes sirios, tras sufrir intensas presiones por parte de su propio partido conservador.
Los comentarios de Wadephul la semana pasada en Damasco – en los que advirtió que era “apenas posible” que los sirios que viven en Alemania regresaran a sus hogares debido a la devastación en el país – fueron ampliamente criticados por sus colegas de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
La CDU de Merz ha prometido aumentar las deportaciones de criminales extranjeros e inmigrantes irregulares desde que llegó al poder en mayo, con la esperanza de protegerse de la amenaza del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
La canciller contradijo públicamente los comentarios de Wadephul el lunes, prometiendo que Alemania podría “iniciar la repatriación” de los sirios después del final de la guerra civil.
Berlín está negociando con el presidente de transición sirio, Ahmed al-Sharaa, para reanudar las expulsiones al país de Oriente Medio después de que fueran suspendidas en 2012 debido al conflicto.
Pero Merz enfatizó que el gobierno alemán también quiere que los sirios regresen voluntariamente a su país para ayudar a reconstruir el país devastado por la guerra.
“Y aquellos en Alemania que luego se nieguen a regresar a su país, por supuesto podemos deportarlos en un futuro próximo”, añadió.
El diputado de la CDU Steffen Bilger estuvo entre los que expresaron su frustración con Wadephul el martes. “Obviamente no estaba bien que tuviéramos que mantener este debate durante días”, dijo.
Por su parte, Alexander Hoffmann, del partido hermano bávaro de la CDU, la Unión Social Cristiana (CSU), propuso que a las expulsiones de delincuentes convictos les siguiera la de desempleados sirios.



