La flotilla, ampliamente conocida como Flotilla Global Sumud (GSF), zarpó a finales de agosto e incluía decenas de barcos y cientos de activistas de varios países.
La fiscalía presentó este lunes una solicitud solicitando el decomiso definitivo del 50 barcos con banderas extranjeras quien intentó violar Bloqueo naval israelí de la Franja de Gaza.
La flotilla, ampliamente considerada como la Flotilla Mundial Sumud (GSF)zarpó a finales de agosto e incluyó decenas de barcos y cientos de activistas de varios países.
La marina israelí interceptó la flotilla a principios de octubre y arrestó a más de 400 participantes. Israel sostiene que el bloqueo marítimo es legal y necesario para impedir las entregas de armas a Hamás. Los organizadores argumentaron que el propósito humanitario de la flotilla y las protecciones del derecho marítimo justificaban su intento.
La solicitud de la fiscalía señala que un “número significativo” de los buques eran propiedad de Hamás o sus afiliados o estaban financiados por ellos, incluida una empresa pantalla llamada “Neptune Cyber” vinculada a la ONG Conferencia Palestina para los Palestinos en el Extranjero (PCPA).
Esta solicitud se basa en un precedente de derecho internacional que permite a un Estado bloqueador confiscar buques que intenten violar un bloqueo naval legal.
Activistas, incluida Greta Thunberg, en un barco que forma parte de la Flotilla Global Sumud, una expedición humanitaria a Gaza, vista desde el puerto de Barcelona, España, el 31 de agosto de 2025 (crédito: BRUNA CASAS/REUTERS)
Según el documento, la primera oleada de 41 barcos fue interceptada el 1 de octubre y una segunda oleada de nueve barcos fue interceptada aproximadamente una semana después. La fiscalía dijo que la flotilla “no tenía precedentes en escala y alcance… organizada y dirigida centralmente…” y que su “movimiento se parecía al de los buques militares que navegan en formación”.
La flotilla transportó menos de cinco toneladas de ayuda
La moción señala que la flotilla transportó menos de cinco toneladas de ayuda humanitaria entre todos los barcos – aproximadamente una cuarta parte de lo que normalmente trae un solo camión que ingresa a Gaza – argumentando que esto va en contra de la afirmación de que la misión fue principalmente humanitaria. Por el contrario, las organizaciones humanitarias informan que cientos de camiones entran diariamente en Gaza. Los críticos dijeron que la flotilla tenía más que ver con el simbolismo y la atención de los medios que con la entrega de ayuda.
Muchos activistas han denunciado malos tratos mientras estaban bajo custodia israelí, incluidas palizas, denegación de acceso a atención médica, reclusión con armas apuntándoles a la cabeza y obligación de dormir en el suelo. Las autoridades israelíes han negado las acusaciones de abuso, diciendo que se respetaron los derechos de los detenidos y acusando a los activistas y sus representantes legales de difundir “mentiras descaradas”.
El caso ahora recae en el Tribunal de Distrito de Haifa, que se encuentra en su jurisdicción marítima, ya que la fiscalía buscará autorización judicial para confiscar permanentemente los buques. El resultado podría sentar un precedente para la aplicación de las disposiciones del bloqueo naval y el tratamiento de los buques de bandera extranjera que participan en tales misiones.



