El día después de una elección en la que Nueva Jersey optó por permanecer en la izquierda y la ciudad de Nueva York se movió más hacia la izquierda –y un año antes de que el Empire State enfrente su propia elección–, expertos del grupo defensor del libre mercado Unleash Prosperity han publicado un estudio que expone el verdadero alcance de la fuga de los estados con altos impuestos.
No es raro observar pérdidas y ganancias de ingresos a lo largo de un año relacionadas con la migración interna, como en el caso de los contribuyentes que huyen de Nueva York a Florida, pero esto no capta el impacto a largo plazo: los ingresos del migrante se pierden (o ganan) año tras año durante el resto de su vida.
Este nuevo informe utilizó datos del censo y del IRS para calcular la acumulativo impacto; revela que el estado de Nueva York ha perdido más de $500 mil millones en ingresos de residentes en los últimos 10 años, mientras que Nueva Jersey ha perdido $170 mil millones.
Casi 2 millones de neoyorquinos se han mudado en la última década; Nueva Jersey perdió 500.000 residentes a favor de otros estados.
Nueva York fue el estado que perdió más ingresos, y sólo California e Illinois perdieron más dinero que Nueva Jersey.
Las personas que huyeron (especialmente a Texas, Florida, Tennessee, etc., con impuestos bajos) no lo hacen. gastar en Nueva York o Nueva Jersey, mientras que los estados pierden miles de millones en impuestos.
Para ser claro: esto no es justo impuestos que alejan a la gente; El aumento de la delincuencia y otros problemas de calidad de vida también son importantes, pero el aumento de los impuestos parece ir de la mano con estos otros problemas en estos días: por defecto el gobierno también.
Probablemente esa sea la razón por la que el éxodo es mucho más amplio que solo las personas con ingresos altos, por lo que Nueva York podría perder al menos cuatro escaños en la Cámara después del censo de 2030 y Nueva Jersey dos más.
El economista Stephen Moore, uno de los autores del informe Unleash Prosperity, concluye: “Desafortunadamente, Billy Joel tenía razón: en Nueva York y Nueva Jersey, la gente no sale adelante, sino que se mueve. Una cosa es segura: cualquier aumento de los impuestos a los ricos podría convertir esta emigración en una estampida”.



