El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, agradeció el sábado a los inmigrantes italianos, antes llamados “trabajadores invitados”, que ayudaron a reconstruir Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.
Los trabajadores invitados italianos han hecho una contribución importante al crecimiento económico de Alemania, dijo Steinmeier en un evento conjunto con el presidente italiano Sergio Mattarella en Berlín.
Dijo que su país les debía gratitud y respeto, especialmente porque a menudo enfrentaban prejuicios y rechazo en Alemania.
“Le tomó mucho tiempo a nuestro país, mi país, reconocer los logros notables de estas personas que vinieron a nosotros en aquel entonces”, dijo Steinmeier.
“Precisamente por eso es tan importante para mí dejarlo claro una vez más: el éxito de Alemania en la posguerra también se puede explicar por la migración”, añadió.
En diciembre de 1955, Alemania firmó un acuerdo con Italia que permitió a cientos de miles de italianos venir a trabajar a Alemania.
Estas personas hicieron mucho bien a Alemania, afirmó Steinmeier. “En particular porque nos ayudaron a ser un poco más italianos como sociedad. Y no hablo sólo en términos culinarios”, bromea.
Durante el evento celebrado en la residencia oficial de Steinmeier en el Palacio Bellevue, los dos presidentes también homenajearon seis hermanamientos de ciudades germano-italianas en los ámbitos de la juventud y el diálogo intergeneracional, el compromiso cívico, la cultura de la memoria, la sostenibilidad y la cohesión social.
El premio, dotado con 200.000 euros (230.000 dólares), “reconoce el papel de las autoridades locales y alienta a las administraciones locales a forjar nuevas relaciones con otros países, construyendo así una verdadera red de políticas locales”, dijo Mattarella.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, habla durante la ceremonia de entrega del “Premio Presidencial de Cooperación Municipal” entre Alemania e Italia en el Palais Bellevue. Carsten Koall/dpa



