VARSOVIA, Polonia (AP) — El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia dijo el miércoles que ordenaría el cierre del último consulado ruso que quedaba en el país después de que las autoridades dijeran que dos ciudadanos ucranianos que trabajaban para Moscú eran sospechosos de volar una vía de ferrocarril en Polonia.
Radek Sikorski dijo que había advertido repetidamente a Rusia que su presencia diplomática y consular se reduciría aún más si no detenía sus acciones hostiles contra Polonia, informó la agencia de noticias polaca PAP.
“Sobre esta cuestión, aunque no constituirá nuestra respuesta completa, he decidido retirar mi consentimiento al funcionamiento del último consulado ruso en Gdansk”, afirmó. Añadió que Rusia será informada oficialmente dentro de unas horas.
El cierre dejará a Rusia sólo con su embajada en Varsovia.
El primer ministro Donald Tusk calificó la explosión del fin de semana en una línea que une la capital polaca, Varsovia, con la frontera con Ucrania como un “acto de sabotaje sin precedentes”.
El lunes, Tusk dijo al parlamento polaco que los dos sospechosos habían colaborado durante mucho tiempo con los servicios secretos rusos. Dijo que se conocían sus identidades pero que no podían ser reveladas al público debido a la investigación en curso y que los dos hombres ya habían salido de Polonia hacia Bielorrusia.
Los funcionarios occidentales han acusado a Rusia y sus representantes de organizar decenas de ataques y otros incidentes en toda Europa desde invasión de ucrania hace más de tres años, según datos recopilados por Associated Press. El objetivo de Moscú, dicen funcionarios occidentales, es socavar el apoyo a Ucrania, infundir miedo y dividir a las sociedades europeas.



