El canciller alemán, Friedrich Merz, no se disculpará por sus comentarios sobre Belém, la ciudad amazónica que acoge la cumbre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30).
El portavoz de Merz, Stefan Kornelius, intentó restar importancia a la controversia el miércoles después de una feroz reacción en Brasil, con medios y políticos brasileños expresando indignación por los comentarios del canciller.
Esta pobre ciudad del estado norteño de Pará fue elegida como ciudad anfitriona por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para reflejar la importancia del Amazonas en la política climática global.
Merz viajó a Belém para una cumbre hace dos semanas antes de las negociaciones. Cuando regresó a Berlín, Merz dijo que preguntó a los periodistas que lo acompañaban si alguno de ellos quería quedarse en la ciudad.
“Nadie levantó la mano”, dijo Merz. Dijo que los periodistas estaban “felices” de regresar a Alemania, que describió como “uno de los países más bellos del mundo”.
En respuesta, Lula dijo que Merz debería haber ido a un bar en Belém, bailar y probar la cocina local.
“Entonces se habría dado cuenta de que Berlín no le ofrece ni el 10% de la calidad que ofrecen el estado de Pará y la ciudad de Belém”, acusó Lula.
Otros políticos brasileños no se han mostrado tan comedidos. Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, supuestamente llamó a Merz “hijo de Hitler” y “nazi” en una publicación en X que luego eliminó.
El portal de noticias Diário do Centro do Mundo lo calificó de “comparación escandalosa”, mientras que el alcalde de Belém calificó los comentarios de Merz de “desafortunados, arrogantes y parciales”.
Kornelius intentó el miércoles aliviar las tensiones, rechazando la idea de que Merz hubiera expresado “descontento” o “disgusto” con la ciudad.
El hecho de que la Canciller alemana haya “establecido una ligera jerarquía” entre los países más bellos del mundo no es reprochable, insistió el portavoz.
Sin embargo, los comentarios podrían eclipsar la promesa de Merz de que Alemania contribuirá al nuevo e histórico fondo para bosques tropicales de Lula, el Tropical Forests Forever Facility (TFFF).
La oposición alemana no está impresionada
Los partidos de la oposición alemana tampoco quedaron impresionados por las declaraciones de Merz.
“Uno empieza a preguntarse si la Canciller todavía puede aparecer en algún lugar sin poner a Alemania en una situación difícil”, afirmó Katharina Dröge, de los Verdes. “La imagen que presentó el canciller durante su viaje a Brasil fue desastrosa: falta de tacto en política exterior, poco ambiciosa en política climática y simplemente irrespetuosa hacia Brasil”.
Violetta Bock, de izquierda, afirmó que “Alemania se está avergonzando a sí misma en el escenario internacional” y pidió a la Canciller que se disculpe. “Las declaraciones de Merz sobre Brasil son irrespetuosas, condescendientes y parciales”, afirmó.
La frustración también surgió entre los socios de coalición de Merz en el Partido Socialdemócrata (SPD).
Durante una visita a Shanghai el miércoles, el vicecanciller Lars Klingbeil admitió que los comentarios habían causado “irritación”, al tiempo que afirmó que “la visita del canciller a Belém fue un gran éxito”.
La diputada del SPD Isabel Cademartori dijo que los comentarios encajan “en el estereotipo del ‘alemán arrogante'”.
El ministro de Medio Ambiente, Carsten Schneider, también del SPD, adoptó un tono diferente y calificó expresamente a Belém de “gran ciudad”.
“Vi mucho compromiso, grandes personas, pero también mucha pobreza”, dijo el ministro, involucrado en las negociaciones climáticas en curso. “Este lugar no sólo resalta la importancia excepcional de los bosques tropicales, sino que también alienta a la comunidad internacional a considerar juntas las cuestiones sociales y climáticas”.



