Proporcionar terapia hormonal, cirugía y otros tratamientos que cambien permanentemente la vida de niños que se identifican como transgénero. No base médica o científica: “atención de afirmación de género” es simplemente una etiqueta confusa para monstruoso prácticas.
Sí, monstruoso: ¿de qué otra manera podemos describir las mutilaciones quirúrgicas y químicas de los niños?
Esto es lo que extraemos del informe federal final, revisado por pares, publicado el miércoles; los autores del documento científico gubernamental lo formulan con más suavidad.
Sobre todo, dan a los críticos de borrador informe, que expone los estudios utilizados para justificar la “atención de afirmación de género” como de “muy mala calidad”, brindando una amplia oportunidad para cuestionar sus investigaciones y hallazgos; ninguno de ellos pudo, del mismo modo que sus aliados no pudieron poner ni un guante en el Cass Review similar del Reino Unido.
Los ideólogos activistas insistirán en que, dado que fue el presidente Donald Trump quien ordenó este estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos, es sólo un documento político; no es el caso.
De conformidad con la orden ejecutiva de Trump, el HHS reclutó a nueve expertos independientes. académicos principalmente democráticos, para revisar la literatura existente; lo único que hicieron fue desechar la niebla política que anteriormente ocultaba la verdad.
Francamente, siempre ha sido de sentido común: observe cómo, por ejemplo, el ícono del maquillaje en las redes sociales Jeffree Star denunció la verdad obvia de que los niños son simplemente demasiado pequeños para elegir su género.
En el podcast Skinny Confidential, Star criticó a los padres que imponen estos conceptos en la cara de los niños demasiado pronto llamándolos “malditos bichos raros”.
“¿Por qué animamos a nuestros hijos a ser de otro género y les damos información falsa cuando son tan pequeños?”, dijo a los presentadores de The Him and Her.
La “atención que afirma el género” siempre ha sido contraria a la ciencia y al sentido común; sólo una ideología complicada podría hacerlo parecer humano.
Los adultos pueden tomar sus propias decisiones, pero los niños suelen crecer con confusión de género o disforia; Se necesita consejo, no mutilación presentada como medicina.
Sus defensores no se darán por vencidos ante este informe, pero al menos la ciencia real gana.



