Se esperan alrededor de 50.000 manifestantes este fin de semana en una pequeña ciudad alemana mientras el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) se reúne para fundar una nueva ala juvenil.
El alcalde de Giessen, Frank-Tilo Becher, pidió el jueves a los manifestantes que permanezcan pacíficos y advirtió que “los límites de lo aceptable se superan cuando se hacen llamamientos a la violencia o se utiliza la fuerza”.
Becher dijo que la ciudad universitaria, que data de finales del siglo XII, estaba tensa de cara al fin de semana, y se esperaba que un gran número de participantes se unieran a unas 30 protestas. Giessen tiene alrededor de 90.000 habitantes, más de un tercio de los cuales son estudiantes.
El alcalde expresó su preocupación porque periódicamente se cuestiona la confianza en la democracia. La pregunta era si los alemanes querían vivir “en una sociedad abierta, diversa y libre, o en un país cerrado en el que muchos de nosotros ya no seríamos bienvenidos y muchas cosas ya no estarían permitidas”.
La AfD planea crear una nueva organización juvenil a nivel nacional llamada “Generación Alemania”.
El grupo estará dirigido por Jean-Pascal Hohm, un político del estado de Brandeburgo, donde los servicios de inteligencia nacionales lo han clasificado como un “extremista de derecha confirmado”.
La antigua ala juvenil de AfD se disolvió tras una decisión de la conferencia del partido en la primavera, después de haber sido clasificada como extremista por el servicio federal de inteligencia.
El martes, el ministro del Interior del estado federado de Hesse expresó su preocupación por los acontecimientos previstos para el fin de semana, en particular los llamados a la violencia por parte de la izquierda.



