Queen Latifah cautivó a una multitud en el estreno de la serie “In Conversation” del Festival de Cine del Mar Rojo, donde se sentó con el podcaster saudí Mo Islam (“The Mo Show”) para reflexionar sobre su evolución desde pionera del hip-hop hasta actriz y productora galardonada.
Latifah remonta sus fundamentos creativos a su infancia. “Había mucha música en mi casa, mucho arte, muchos libros”, dijo. “Simplemente no había mucho que no pudieras hacer en mi familia”. Esta sensación de posibilidad finalmente la llevó más allá de la música y hacia el teatro, donde encontró libertad y desafío.
Recordó el punto de inflexión en su carrera cinematográfica: “Cuando me nominaron al Oscar por ‘Chicago’, mi carrera cambió. Te conocen en lugares en los que nunca hubieras pensado”. El nombramiento permitió a su productora “pasar al cine”, lo que llevó a proyectos como “Beauty Shop” y “Bringing Down the House”, en los que fue a la vez talento en pantalla y productora.
Latifah describió su enfoque a la hora de elegir papeles: “Todo comienza con un buen guión. O busco algo en un personaje que creo que puedo aportar”. Muchos de sus papeles, dice, “no fueron escritos para una mujer. Simplemente vimos algo en ellos, cambiamos el papel y luego hicimos una película”. Le atraen los personajes fuertes, aunque sean vulnerables: “Fuerte significa alguien que tiene que superar algo”.
Respecto a las notas de estudio, dijo sin rodeos: “De cualquier manera, te enfrentas a represalias. La dificultad es cuando viene de alguien que no tiene creatividad y tiene demasiado poder”. Sin embargo, destacó el valor de la colaboración y añadió que, a veces, “una buena puntuación puede mejorar las cosas para el público”.
Latifah concluyó instando a los artistas a vivir la vida al máximo: “No hay sustituto para la vida real. Eso es lo que hace que el arte sea real”.



