Home Cultura Reseña de ‘Springsteen: Deliver Me From Nowhere’: White en modo inquietante ‘Oso’

Reseña de ‘Springsteen: Deliver Me From Nowhere’: White en modo inquietante ‘Oso’

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El guionista y director Scott Cooper no quiere hacer una película biográfica musical. Al menos, no el tipo de película biográfica musical que esperarías. En cambio, en “Springsteen: Deliver Me From Nowhere”, ofrece un estudio de personajes en forma de película biográfica, siguiendo un ritmo similar a su debut ganador del Oscar en 2009, “Crazy Heart”.

“Deliver Me From Nowhere” no intenta contar la historia completa de la vida del querido bardo de rock de Nueva Jersey Bruce “The Boss” Springsteen; de hecho, ni siquiera cubre sus mayores éxitos. En cambio, “Deliver Me From Nowhere”, que Cooper basó en el libro homónimo de Warren Zanes de 2023, se centra en un período contemplativo en la vida y carrera de Springsteen, un momento en el que el músico profundizó para exorcizar sus propios demonios, produciendo las canciones de su álbum acústico de 1982 “Nebraska”.

La estrella de “The Bear”, Jeremy Allen White, se pone chaquetas de cuero y franelas, con rizos oscuros besando coquetamente su frente, para encarnar a Springsteen en la pantalla. Como ocurre con la mayoría de las películas biográficas musicales de estos días, el público debe llegar a un acuerdo con la película, suspendiendo así su incredulidad. ¿Las blancas desaparecen en el papel? ¿Se parece exactamente a Springsteen? No, pero aquí es el epítome de Springsteen, y captura la mirada dura de la estrella y el tono áspero del rock ‘n’ roll mientras interpreta las canciones, aportando su propia alma intensa al papel.

Utilizando el libro de Zane, Cooper pretende presentar un estudio del proceso creativo y lo aislante, transportador y transformador que puede ser abrir las entrañas y expresar algo tan personal que se vuelve universal, como hizo Springsteen con “Nebraska”.

Escondido en una casa de alquiler en Colts Neck, Nueva Jersey, a finales de 1981, Bruce acaba de terminar su gira y está tratando de reajustarse al silencio, que es demasiado ruidoso. Intenta tomar ventaja con noches en el club de rock de su ciudad natal, el Stone Pony, y una situación con una fan, Faye (Odessa Young). Pero su pasado lo persigue, incluida su infancia con un padre alcohólico y emocionalmente negligente (Stephen Graham) y una madre amorosa pero turbulenta (Gaby Hoffmann).

Cooper visualiza la emoción y la creatividad de Springsteen a través de flashbacks de su infancia en blanco y negro y escenas de él conduciendo un muscle car por sus antiguos lugares frecuentados, así como tiernos montajes de Bruce y Faye jugando con su hija en el paseo marítimo. Desafortunadamente, Cooper no puede escapar de algunos tropos biográficos trillados en la descripción de la composición de canciones, que son casi imposibles de evitar.

Bruce reflexiona sobre las historias de Flannery O’Connor y el drama criminal de Terrence Malick de 1973, “Badlands”, con el que se topa mientras navegaba por los canales una noche. En una biblioteca local, se adentra en una madriguera de noticias sobre Charles Starkweather, el sicario que inspiró la película. Asiste a una proyección de “La noche del cazador”, recordando que su padre lo llevó a ver la película en medio del día escolar.

De este revoltijo de recuerdos, ficción y horror de la vida real surgen las canciones de “Nebraska”, grabadas en su dormitorio con una grabadora de cuatro pistas comprada por su guitarrista Mike Batlan (Paul Walter Hauser), mezcladas mediante un Echoplex y un equipo estéreo dañado por el agua.

Esta parte centrada en el proceso de “Deliver Me From Nowhere” brilla, especialmente como hierba gatera para los nerds del audio, mientras Springsteen sintetiza sus propios recuerdos con algo oscuro y claramente americano para producir un casete atmosférico y distorsionado que insiste en reproducir exactamente como está, para gran confusión y disgusto de su ingeniero, Chuck Plotkin (Marc Maron), y su dedicado pero paciente gerente, Jon Landau. (Jérémy Strong).

La mitad de la película pertenece a Landau, uno de los héroes anónimos de este álbum. La película es en parte un homenaje a aquellas personas que apoyan a los artistas y su visión pero que no necesariamente obtienen la gloria por ello. Cooper se toma el tiempo para ilustrar cómo Landau protege el espacio creativo de Bruce y luego protege su arte, asegurándose de que se publique como él quiere, a pesar de las protestas de los ejecutivos discográficos.

El estilo de la película evoca una autenticidad cruda, filmada con una cámara en mano por el director de fotografía Masanobu Takayanagi, que captura el caos brillante y sudoroso de un espectáculo de rock en el escenario, los tiernos momentos en la oscuridad entre amantes, el peculiar neón estadounidense y los primeros planos íntimos y naturales. La música de Jeremiah Fraites combina maravillosamente con las canciones icónicas.

Aunque funciona como una exploración reflexiva del proceso creativo, “Deliver Me From Nowhere” pierde el rumbo hacia el final, serpenteando sin rumbo hacia un período depresivo de Springsteen, y nunca recupera su equilibrio.

Cooper nos niega explícitamente momentos grandes y vertiginosos, brindándonos emociones en forma de un abrazo detrás del escenario o la E-Street Band interpretando un glorioso “Born to Run” en el estudio. La película es más bien una contemplación tranquila e invernal. Si bien no es del todo exitoso, es una visión fascinante de cómo ponemos a las estrellas de rock en la pantalla y un valiente intento de comprender cómo crean la música que nos conmueve.

Katie Walsh es crítica de cine del Tribune News Service.

“Springsteen: Líbrame de la nada”

Nota : PG-13, para algún material temático, algo de sexualidad, lenguaje fuerte y tabaquismo.

Tiempo de funcionamiento: 1 hora 59 minutos

Jugando: Emitido viernes 24 de octubre

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Ulises Tapia
Ulises Tapia es corresponsal internacional y analista global con más de 15 años de experiencia cubriendo noticias y eventos de relevancia mundial. Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid, Ulises ha trabajado desde múltiples capitales del mundo, incluyendo Nueva York, París y Bruselas, ofreciendo cobertura de política internacional, economía global, conflictos y relaciones diplomáticas. Su trabajo combina la investigación rigurosa con análisis profundo, lo que le permite aportar contexto y claridad sobre situaciones complejas a sus lectores. Ha colaborado con medios de comunicación líderes en España y Latinoamérica, produciendo reportajes, entrevistas exclusivas y artículos de opinión que reflejan una perspectiva profesional y objetiva sobre los acontecimientos internacionales. Ulises también participa en conferencias, seminarios y paneles especializados en geopolítica y relaciones internacionales, compartiendo su experiencia con jóvenes corresponsales y estudiantes de periodismo. Su compromiso con la veracidad y la transparencia le ha convertido en una referencia confiable para lectores y colegas dentro del ámbito del periodismo internacional. Teléfono: +34 678 234 910 Correo: ulisestapia@sisepuede.es