El juicio del presidente del Olympiakos, Evangelos Marinakis, y de decenas de aficionados al fútbol comenzó el miércoles en Grecia, el caso más grande de su tipo vinculado a la violencia relacionada con el deporte que las autoridades han prometido tomar medidas enérgicas.
Un total de 142 aficionados están acusados de liderar una organización criminal y de provocar explosiones potencialmente mortales en eventos deportivos. Han negado haber actuado mal.
Marinakis, un magnate del transporte marítimo y de los medios de comunicación que también es propietario de Nottingham Forest, y otros cuatro miembros de la junta están acusados de apoyar al presunto grupo criminal en 2019-24 e incitar a la violencia con declaraciones contra las autoridades. Desestimaron los cargos de delitos menores por considerarlos infundados.
Marinakis no estuvo presente en la abarrotada sala del tribunal de la prisión de alta seguridad de Korydallos en Atenas el miércoles y estuvo representado por su abogado. Agentes de policía enmascarados vigilaron a algunos acusados que aún estaban detenidos.
Más de 210 personas testificarán ante los tres jueces durante el juicio, que según los abogados podría durar más de un año.
La violencia ha afectado al deporte en Grecia en los últimos años. Los fanáticos acérrimos, que siguen al mismo club en diferentes deportes, frecuentemente chocan con la policía afuera de los estadios y con fanáticos rivales en peleas callejeras organizadas. El vandalismo también es una gran preocupación para el organismo rector del fútbol europeo, la UEFA.
La investigación se inició tras la muerte en 2023 de un policía antidisturbios de 31 años, George Lyngeridis, durante enfrentamientos fuera de un partido de voleibol femenino entre Olympiakos y Panathinaikos, un partido normalmente de bajo riesgo.
Antes de ese partido, algunos fanáticos trasladaron una bolsa llena de bengalas y explosivos improvisados desde un almacén en su estadio de fútbol al estadio de voleibol, encontró la investigación. Lyngeridis fue alcanzado por una bengala durante los enfrentamientos y murió a causa de las heridas unas semanas después.
Es la tercera muerte relacionada con la violencia deportiva en Grecia en 2022-2023 y ha llevado al fiscal principal del tribunal a exigir medidas enérgicas contra las bandas criminales vinculadas al deporte.



