Alemania expresó el miércoles su oposición a un proyecto de reglamento europeo sobre el “control de conversaciones” destinado a controlar los mensajes en línea para combatir la pornografía infantil.
“El control no provocado del gato debe ser un tabú en un Estado de derecho”, afirmó la ministra de Justicia, Stefanie Hubig.
Sostuvo que las comunicaciones privadas nunca deberían estar sujetas a sospecha generalizada y que el Estado no debería obligar a las aplicaciones de mensajería a escanear mensajes en busca de contenido sospechoso incluso antes de enviarlos.
“Alemania no aceptará este tipo de propuestas a nivel europeo”, añadió Hubig, poniendo fin a las especulaciones sobre la posición del gobierno del Canciller Friedrich Merz al respecto.
Los estados miembros de la UE están discutiendo el controvertido proyecto a nivel de embajadores el miércoles.
La propuesta legislativa, iniciada en 2022, prevé que las autoridades podrán escanear mensajes y fotografías en aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Signal y otras en busca de contenido de pornografía infantil, evitando así el cifrado.
Estos planes han suscitado críticas generalizadas por parte de organizaciones de protección de datos y aplicaciones de mensajería.
Si se llega a un acuerdo, los ministros de la UE podrían votar el proyecto de ley a principios de la próxima semana, antes de una votación en el Parlamento Europeo.
La negativa de Alemania a apoyar la propuesta es significativa, ya que los votos de los países más poblados del bloque tienen un peso considerable.
Irene Mihalic, de los Verdes alemanes, calificó la propuesta como una invasión de los derechos y libertades fundamentales, advirtiendo que el uso de inteligencia artificial (IA) no garantizaría una protección efectiva contra la pornografía infantil.
“Si se mira de cerca, incluso los sistemas de inteligencia artificial previstos tienen tasas de error extremadamente altas y producirían millones de informes falsos, lo que también representaría una enorme carga para las autoridades investigadoras”, explicó Mihalic. “Y los casos reales probablemente se perderían en la masa de datos”.