En Alemania, los sindicatos y los empleadores han iniciado negociaciones colectivas para los empleados del sector público en la mayoría de los estados, con diferencias aparentemente irreconciliables.
El objetivo no es sólo obtener una compensación contra la inflación, sino también un aumento real de los salarios, afirmó el jefe del sindicato Verdi, Frank Werneke, poco antes del inicio de las negociaciones el miércoles en Berlín.
Verdi y el sindicato de funcionarios dbb están negociando actualmente con la asociación TdL, que representa a los estados federados alemanes.
Los sindicatos quieren un aumento salarial del 7%, o al menos 300 euros (8.348 dólares) al mes, para los empleados del sector público.
El negociador del TdL, el senador de Finanzas de Hamburgo, Andreas Dressel, rechazó esta exigencia por considerarla demasiado elevada.
Mientras tanto, el jefe de dbb, Volker Geyer, dijo a dpa: “Contamos con negociaciones constructivas”. Pero si los empresarios se niegan a cooperar y no presentan una oferta, habrá que aumentar la presión.
“Entonces son posibles acciones y huelgas en muchos sectores, por ejemplo en los servicios de mantenimiento de carreteras, entre los empleados de la policía nacional, en los hospitales universitarios o en la administración financiera”, afirmó Geyer.
Están previstas tres rondas de negociaciones, la tercera prevista del 11 al 13 de febrero en Potsdam.
Según Verdi, alrededor de 925.000 empleados del sector público y 1,3 millones de funcionarios se ven afectados.



