Tras el hundimiento de un barco de refugiados en el Canal de la Mancha que dejó siete muertos, el martes se abrió en París el juicio contra nueve presuntos traficantes cuya red se extiende hasta Alemania.
Los fiscales acusaron a los nueve hombres de Afganistán, Irak y Sudán de homicidio involuntario, peligro y complicidad en la entrada ilegal.
El barco, sobrecargado con 65 inmigrantes, se hundió en agosto de 2023 tras un fallo de motor mientras se dirigía de Calais al Reino Unido. Los rescatistas recuperaron seis cuerpos del agua y más tarde se encontró otro cuerpo en una playa de los Países Bajos.
Las investigaciones llevadas a cabo por varios países europeos han puesto de relieve “un sistema organizado y estructurado en territorio francés y alemán que ofrecía a los inmigrantes sin permiso de residencia la posibilidad de llegar a Inglaterra”, cita el canal France Info en el escrito de acusación.
Según la acusación, la red estaba “dirigida por la comunidad iraquí-kurda”.
Una primera sucursal de la organización, con sede en Alemania, se encargó de la logística. Sin embargo, una “célula afgana” se habría encargado de reclutar candidatos para el cruce.
Según los informes, los contrabandistas recaudaron entre 1.300 euros (1.492 dólares) y 1.500 euros por persona para cruzar al Reino Unido.
Desde hace años, los inmigrantes cruzan el Canal de la Mancha a bordo de pequeñas embarcaciones neumáticas para llegar a Gran Bretaña. Una y otra vez, personas pierden la vida durante esta peligrosa travesía, asumida por numerosos barcos de gran tamaño.
En el peor naufragio de inmigrantes, 27 inmigrantes perdieron la vida hace cuatro años.



