La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acogió con satisfacción el miércoles el acuerdo alcanzado durante la noche que pretende poner fin a todas las importaciones europeas de gas ruso para finales de 2027.
“Este es el comienzo de una nueva era, la era de la completa independencia energética de Europa respecto de Rusia”, dijo a los periodistas en Bruselas después de que los gobiernos de los estados miembros y los representantes del Parlamento Europeo acordaran la eliminación gradual.
La UE ha estado tratando de reducir su dependencia de la energía rusa desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin en 2022.
Según el último plan, para los contratos a corto plazo celebrados antes del 17 de junio de 2025, la prohibición de las importaciones de gas ruso entrará en vigor el 25 de abril del próximo año para el gas natural licuado (GNL) y el 17 de junio para el gasoducto.
Para los contratos de GNL a largo plazo, la prohibición se aplicará a partir del 1 de enero de 2027, de acuerdo con el 19º paquete de sanciones de la UE.
Los contratos de gasoductos a largo plazo se eliminarán gradualmente a partir del 30 de septiembre de 2027, sujeto al cumplimiento de los objetivos de almacenamiento de gas, y a más tardar el 1 de noviembre de 2027.
La UE ha aprendido una ‘lección’ sobre energía
Von der Leyen señaló que la proporción de las importaciones rusas de gas ya había caído del 45% al 13% desde el inicio de la guerra en Ucrania.
La fuerte dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos ha provocado un aumento vertiginoso de los precios de la energía en Europa y dificultades de suministro.
“Al reducir masivamente las importaciones rusas de combustibles fósiles, también hemos reducido los ingresos que Rusia utiliza para librar su guerra de agresión contra Ucrania”, dijo von der Leyen.
“Al comienzo de la guerra, pagábamos a Rusia 12.000 millones de euros (14.000 millones de dólares) al mes por combustibles fósiles. Hoy hemos bajado a 1.500 millones de euros al mes”, dijo, añadiendo que los pagos actuales “aún eran demasiado altos” y que su objetivo era poner fin por completo a las compras de combustibles fósiles a Rusia.
El director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol, calificó el acuerdo de “histórico”, pero advirtió a la UE que no vuelva a depender demasiado de un solo proveedor.
“Todos queremos aprender una lección de esta experiencia”, dijo Birol junto a von der Leyen.
“La lección que estamos aprendiendo es que no se debe concentrar demasiada energía en ningún país en particular”, dijo.
“En el mundo energético, la dependencia excesiva puede convertirse rápidamente en importantes vulnerabilidades geopolíticas”, advirtió.
“Esta es una gran victoria para nosotros y para toda Europa”, dijo el ministro danés del Clima, Lars Aagaard. “Debemos poner fin a la dependencia de la UE del gas ruso, y su prohibición permanente en la UE es un paso importante en la dirección correcta”.
El finlandés Ville Niinistö, miembro principal del Parlamento Europeo por la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE), calificó el acuerdo como un “resultado histórico”. “La UE está dando pasos de gigante hacia una nueva era sin gas y petróleo rusos. Rusia nunca más podrá utilizar las exportaciones de combustibles fósiles como arma contra Europa”, afirmó.
Aún no hay plan de salida para las exportaciones de petróleo
Hungría y Eslovaquia son los únicos países de la UE que todavía importan petróleo crudo de Rusia. Ambos también dependen en gran medida del suministro ruso de gas natural y han bloqueado repetidamente proyectos a gran escala destinados a apoyar a Ucrania en su lucha defensiva contra Rusia.
Según el acuerdo de la noche a la mañana, la Comisión Europea debe presentar un plan el próximo año para eliminar gradualmente las exportaciones de petróleo ruso a Eslovaquia y Hungría para finales de 2027.
Las nuevas normas pretenden complementar las sanciones existentes con restricciones a las importaciones y garantizar que los países de la UE se vuelvan independientes de las importaciones de energía de Rusia a largo plazo y, por tanto, sean menos vulnerables al chantaje.
El acuerdo también pretende crear seguridad jurídica. Si bien las sanciones contra Moscú deben renovarse cada seis meses y requieren la unanimidad de los estados miembros, los cambios legales que ahora se están considerando deben aplicarse de forma permanente.
El acuerdo contiene una cláusula de seguridad en caso de que la seguridad del suministro de uno o más Estados miembros se vea seriamente amenazada. En este caso, la comisión podría permitir a los países afectados suspender las prohibiciones de importación de gas. Sólo se permiten entregas temporales si un Estado miembro declara el estado de emergencia.
Miles de millones para las arcas rusas
Según cifras oficiales, en 2024 los países de la UE importaron todavía 52 mil millones de metros cúbicos de gas de Rusia, lo que corresponde a alrededor del 19% de todas las importaciones. Además, importaron 13 millones de toneladas de petróleo crudo y más de 2.800 toneladas de uranio enriquecido o como combustible nuclear.
Según datos de Eurostat, la autoridad estadística de la UE, la UE importó casi 4.500 millones de euros en GNL de Rusia en el primer semestre de 2025.
El año pasado se importó desde allí gas natural y transformado por valor de 15,6 mil millones de euros. En comparación, el gas, valorado en 19.100 millones de euros, procedía de Estados Unidos.



