El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, llamó la atención sobre los casi 700 millones de personas que padecen hambre en el mundo, hablando el domingo en un evento en Berlín con motivo de la Welthungerhilfe Week (Semana Mundial contra el Hambre).
“No debemos fracasar en este camino, a pesar de todos los reveses que lamentablemente existen”, dijo Steinmeier, en referencia al objetivo de las Naciones Unidas de un mundo sin hambre para 2030.
La Semana contra el Hambre es una campaña anual organizada en Alemania por la organización humanitaria Welthungerhilfe (WHH) para crear conciencia sobre el hambre en el mundo y alentar acciones para ponerle fin.
Hace 10 años, las Naciones Unidas fijaron el objetivo de un mundo sin hambre para 2030. Según un informe de la ONU publicado en julio de 2025, alrededor de 673 millones de personas sufrieron hambre el año pasado, o alrededor del 8% de la población mundial.
El informe dice que se trata de una ligera disminución en comparación con 2023 (8,5%) y 2022 (8,7%), pero el nivel sigue siendo más alto que antes de la pandemia de coronavirus, y agrega que los altos precios de los alimentos también desaceleraron la recuperación.
En su discurso, Steinmeier destacó las causas del hambre y dijo que las guerras y los conflictos impiden que la gente cultive o distribuya alimentos.
Dijo que las consecuencias del cambio climático (sequías, tormentas e inundaciones) estaban destruyendo cada vez más cultivos y medios de vida, y que los alimentos se desperdiciaban o se comercializaban injustamente en los mercados globales.
Sin embargo, hay historias que dan esperanza, señaló, hablando de una familia en Sierra Leona, país de África occidental, que, con el apoyo de la agencia humanitaria WHH y una organización asociada, aprendió a cultivar sus propios alimentos saludables.
Ahora puede incluso vender sus excedentes para escapar del “círculo vicioso de pobreza y deuda”, añadió.



