El primer ministro francés saliente, Sébastien Lecornu, espera que la crisis política que azota al país pueda resolverse sin nuevas elecciones.
Lecornu dijo el miércoles que percibía un deseo común entre los partidos del país de aprobar un presupuesto antes de fin de año: “Y este deseo crea naturalmente una dinámica y un acercamiento que hace que la perspectiva de disolución del Parlamento parezca muy lejana”.
El presidente Emmanuel Macron encargó a Lecornu, que dimitió el lunes, que llevara a cabo las conversaciones finales con los representantes de los partidos el miércoles por la noche para encontrar una salida a la crisis.
Lecornu dijo que confiaba en su éxito. “Es evidente que este período difícil, esta crisis, es también un período de responsabilidad, en el que espero encontrar un cierto número de soluciones que podré presentar esta tarde al Jefe de Estado”.
Lecornu, que sigue siendo primer ministro interino, dijo que se reuniría con los partidos de izquierda el miércoles, excepto el partido de extrema izquierda Francia Insumisa, para ver qué concesiones exigen y dónde están dispuestos a llegar a acuerdos.
Subrayó que los partidos de izquierda también quieren que el presupuesto se vote antes de finales de año.
Lecornu, que asumió el cargo hace apenas cuatro semanas, renunció el lunes por la mañana, hundiendo al país en una nueva crisis política en medio de crecientes preocupaciones sobre los niveles de deuda. El gabinete que había presentado la noche anterior se enfrentó a la oposición de los políticos conservadores.
Formas de salir del estancamiento
Si logra encontrar puntos en común con otras fuerzas políticas y una salida a la crisis, Macron podría pedirle a Lecornu que vuelva a ser Primer Ministro.
Lecornu ha insinuado que no quiere volver a postularse para primer ministro, pero como aliado leal de Macron, es poco probable que rechace una solicitud del presidente.
Pero también es posible que Lecornu llegue a un acuerdo, pero que las partes insistan en que haya un Primer Ministro de otro bando.
Macron ha rechazado rotundamente la propuesta, pero podría ser parte de una solución al estancamiento, especialmente porque los socialistas, comunistas y verdes, que obtuvieron buenos resultados en las elecciones de 2024, han pedido al presidente que nombre un primer ministro de izquierda.
Si Lecornu no logra encontrar una manera de estabilizar la situación, parece poco probable que Macron intente encontrar otro primer ministro, que sería el cuarto desde mediados de 2024. En este escenario, Macron tendría que disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones.
Según el periódico de investigación Le Canard Enchaîné, la fecha de posibles nuevas elecciones parece ya fijada, ya que las prefecturas ya han recibido instrucciones extraoficiales de preparar las elecciones legislativas del 16 y 23 de noviembre.
La dimisión de Macron es muy improbable
A pesar de los llamados de izquierda y derecha para que el propio Macron renuncie, tal medida se considera muy improbable.
El presidente rechazó categóricamente cualquier dimisión y subrayó recientemente que fue elegido directamente por el pueblo y permanecería en el cargo hasta el final de su mandato en 2027.