Un instituto público de investigación español compró 97 Bitcoins en 2012 como parte de un experimento. Más de una década después, su valor se estima ahora en más de 10 millones de dólares.
Según los informes, el instituto se encuentra actualmente finalizando el proceso de liquidación de activos.
El Instituto Español de Tecnología y Energías Renovables (ITER) se está preparando para vender un alijo multimillonario de Bitcoin. El instituto público de investigación, con sede en Tenerife, compró anteriormente 97 Bitcoins por sólo 10.000 dólares como parte de un estudio de blockchain.
Trece años después, el Ayuntamiento de la Isla de Tenerife concreta la venta a través de una entidad financiera española autorizada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El asesor de Innovación de Tenerife, Juan José Martínez, confirmó que el proceso de liquidación se encuentra en su fase final y se espera que concluya próximamente. Destacó que la venta cumplirá con la normativa financiera española y garantizará total transparencia.
El Bitcoin del instituto nunca fue diseñado como una inversión sino como una herramienta de investigación tecnológica. Sin embargo, la espectacular apreciación del activo lo ha convertido en una ganancia financiera inesperada para el sector público de investigación de la isla.
Una vez completada la liquidación, las ganancias se utilizarán para apoyar la innovación científica. Los fondos de la venta se redirigirán a los próximos programas de investigación del ITER, con especial atención a las tecnologías cuánticas.
La medida de España se produce en medio de un creciente escrutinio regulatorio del sector criptográfico.
El gobierno español ha intensificado recientemente sus esfuerzos de supervisión de las criptomonedas, introduciendo requisitos de divulgación y declaración de impuestos más estrictos para individuos e instituciones.
Estas medidas son parte de un esfuerzo más amplio de España para alinearse con el marco de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea.
Según las nuevas reglas, los titulares de criptomonedas deben informar todas las transacciones y saldos, mientras que las empresas que ofrecen servicios de activos digitales estarán sujetas a un mayor seguimiento por parte del Banco de España y la CNMV.
Esta regulación más estricta refleja la creciente preocupación por los delitos financieros y el uso indebido de las criptomonedas. En un caso de alto perfil a principios de este año, las autoridades españolas, en colaboración con Europol, desmantelaron una red de fraude en criptomonedas de 540 millones de dólares que defraudó a más de 5.000 inversores en toda Europa.



