Los productos básicos africanos han sido esenciales durante mucho tiempo para la economía global moderna, pero el mundo tiende a ignorar este hecho hasta que surgen shocks comerciales o crisis geopolíticas. Las baterías, los centros de datos, los aviones y las redes eléctricas resistentes dependen de los minerales que abundan en el continente.
Sin embargo, para que las economías africanas se beneficien plenamente de esta demanda, los compradores globales y los productores locales deben tener confianza en cómo se obtienen y comercializan estos recursos. Se requiere confianza para el comercio en todas las empresas, pero esto es particularmente cierto en el caso de minerales críticos y tierras raras, ya que sus cadenas de suministro son complejas y a menudo opacas, lo que hace que la transparencia sea esencial para garantizar un abastecimiento ético y un valor justo.
Fomentar la confianza a través de sistemas de trazabilidad digital es esencial para garantizar la escalabilidad a medida que las cadenas de suministro globales continúan evolucionando. Piense en la trazabilidad como un registro digital vivo que demuestra de dónde vino un envío y quién lo manejó en cada etapa, desde la mina hasta el puerto y hasta los productos finales. Así es como generamos confianza y aprovechamos un momento excepcional para abastecer al mundo directamente y en nuestros términos.
La trazabilidad permite a los países africanos posicionarse plenamente en el escenario global, garantizando que puedan entregar sus recursos a los estándares exigidos por los compradores en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología. Esto puede ayudar a que los procesos de fabricación y producción sean más confiables y predecibles. Ayuda a identificar la procedencia y optimizar los costos, garantizando prácticas de abastecimiento éticas. Sin trazabilidad, el potencial bruto de África no puede traducirse en oportunidades sostenibles.
Cuando el origen, la legalidad y la calidad pueden probarse digitalmente, los mercados se abren y la financiación fluye porque el riesgo disminuye. Éste es el poder de la trazabilidad: transforma la percepción y la fijación de precios al mostrar pruebas en las transacciones. Los compradores globales ya están redactando esta ley, con el La Unión Europea ahora lo hace obligatorio due diligence digital y datos de abastecimiento verificables. Otros seguirán.
Para África, este no es un ejercicio de cumplimiento; más bien, es nuestra mayor ventaja competitiva. Los mismos sistemas que garantizan la transparencia también atraen financiación, mejoran la solvencia crediticia e incluso formalizan a miles de pequeñas empresas mineras que controlan, en algunos casos, hasta las tres cuartas partes de la oferta. Cuando los financieros pueden ver registros verificados y resultados predecibles, el costo del capital disminuye. Cuando los fabricantes pueden rastrear sus insumos hasta regiones o minas específicas, aumenta su confianza para asociarse con proveedores africanos.
Es por eso que Sabi creó TRACE, una infraestructura digital diseñada para que los productores, mineros y comerciantes africanos demuestren su legitimidad y cumplan con los estándares globales al realizar transacciones con el resto del mundo. Sólo en cobalto, la República Democrática del Congo ha proporcionado alrededor de las tres cuartas partes de la producción minera mundial en los últimos años, y las operaciones en pequeña escala contribuyen con una parte importante. Al integrar la trazabilidad en el comercio cotidiano, ayudamos a los pequeños operadores a participar en cadenas de suministro globales sin intermediarios que capturan la mayor parte de su valor.



