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Los esfuerzos de rehabilitación de Boko Haram en Nigeria ignoran el trauma emocional de los soldados: por qué es importante

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Desde 2009, Boko-Haram lideró una de las insurgencias más mortíferas de África. Concentrado en el noreste de Nigeria y la cuenca del lago Chad, el grupo ha matado a más de 35.000 personas y desplazado al menos a 2,5 millones de personas.

Sus ataques a escuelas, mercados, centros religiosos y pueblos enteros han desgarrado el tejido social nigeriano, creando no sólo una emergencia humanitaria sino también una profunda crisis de confianza y cohesión.

En 2016, Nigeria lanzó Operación Corredor Segurouna iniciativa liderada por el Estado para ex miembros de bajo riesgo de Boko Haram y la Provincia de África Occidental del Estado Islámico que se han rendido o han sido capturados.

el programa Involucra a varios ministerios, departamentos y agencias del gobierno nigeriano, junto con las fuerzas armadas y otras instituciones de seguridad. Está coordinado por la Oficina del Jefe del Estado Mayor de la Defensa y recibe apoyo técnico y financiero parcial de socios no estatales como el Centro para la Democracia y el Desarrollo, una ONG nigeriana. Su mandato principal es ayudar en la rehabilitación de los excombatientes y su reintegración a la sociedad.

Los participantes se someten a un proceso de rehabilitación de seis a 12 meses. Esto incluye asesoramiento psicológico, reorientación religiosa, educación cívica, clases de alfabetización y formación profesional. Del 2025el programa ha tratado a más de 2.000 excombatientes. En febrero, alrededor de 789 participantes todavía estaban en rehabilitación.

La lógica del programa es simple: la paz no se puede lograr únicamente por la fuerza. Nigeria debe proporcionar rutas de salida a quienes deseen abandonar la violencia.

A pesar de su ambicioso diseño, pocos estudios han evaluado los resultados de la Operación Corredor Seguro más allá de las percepciones de la comunidad. Hay poca evidencia sobre indicadores a largo plazo como la estabilidad laboral, la recuperación psicológica, la reintegración familiar y la reducción de la reincidencia. Otras medidas como la independencia económica, la cohesión social y el seguimiento tampoco se exploran lo suficiente. Esta brecha plantea dudas sobre la eficacia y sostenibilidad del programa.

Sobre el papel, el programa parece prometedor. Ceremonias públicas, como la juramentación masiva de casi 600 veteranos en marzo y otros 390 en abril 2025fueron muy publicitados. Pero la Operación Corredor Seguro sigue siendo profundamente controvertida.

Víctimas y comunidades afectadas acusan al gobierno de dar prioridad a los autores de los crímenes sobre los supervivientes. Otros dudan de la sinceridad de los transeúntes. Discuten el riesgo de que los veteranos se unan al grupo si no se satisfacen sus necesidades. encontrarO actuando como espías.

La atención se centró en la percepción pública, las víctimas y los miembros de la comunidad. Las perspectivas de los soldados responsables de implementar estas iniciativas han recibido mucha menos atención en las investigaciones y los debates políticos. mi reciente estudiar se basó en entrevistas cara a cara en profundidad con ocho soldados y otro personal de seguridad. Examina sus percepciones y experiencias vividas sobre el programa Operación Corredor Seguro.

Estos soldados ahora son responsables de rehabilitar a las mismas personas contra las que han estado luchando durante mucho tiempo. Sus perspectivas revelan una dimensión subestimada de la consolidación de la paz: el trabajo emocional de aquellos a quienes se les pide que faciliten la reconciliación.

Traición en tres frentes

Los testimonios de los soldados revelan sentimientos recurrentes de traición: por parte del Estado, de sus colegas y de las comunidades que se supone deben proteger.

Describieron cómo el Estado había descuidado a los soldados que luchaban contra los insurgentes. A pesar del aumento del presupuesto de defensa de NigeriaLas tropas de primera línea informaron sobre bienestar deficiente, equipo inadecuado y salarios retrasados. Muchos vieron que el gobierno estaba invirtiendo recursos en programas de rehabilitación a gran escala mientras descuidaba las necesidades de los soldados.

También hablaron de soldados que, por abandono institucional y dificultades financieras, tuvieron que fuga de información sensible a Boko Haram. Este tipo de traiciones son devastadoras en un conflicto que depende de la confianza y la cohesión.

Los soldados en nuestro estudio también hablaron de incidentes en los que los aldeanos insurgentes protegidosdesviaron patrullas o permanecieron en silencio bajo coacción. Si bien muchos civiles actuaron por miedo o por parentesco, los soldados interpretaron estas acciones como complicidad. Para ellos, la distinción entre víctimas y perpetradores a menudo se vuelve borrosa, dejándolos aislados en un terreno moralmente ambiguo.

Entre el escepticismo y la redención

Estas experiencias de traición alimentan un profundo escepticismo sobre la eficacia de la Operación Corredor Seguro. Al igual que los miembros de la comunidadMuchos soldados dudan de la sinceridad del arrepentimiento de los excombatientes. Sospechan que el hambre, la disminución de los suministros o las luchas internas entre facciones –no la transformación moral– están impulsando la capitulación. Algunos temen que el programa pueda servir como una forma para que los insurgentes se reagrupen antes de regresar al combate.

Sin embargo, están surgiendo rayos de esperanza. Los soldados describieron momentos en que excombatientes proporcionaron inteligencia procesable que interrumpió las operaciones de Boko Haram, salvando vidas y reduciendo la violencia. Otros presenciaron un remordimiento genuino entre los participantes.

Esta tensión entre traición y redención refleja la complejidad psicológica de implementar la desradicalización. Para algunos soldados, apoyar la reintegración se convierte en una forma de encontrar un sentido de moralidad en medio del caos de la guerra. Para otros, sigue siendo un trago amargo.

Por qué son importantes las perspectivas de los soldados

Los soldados no son funcionarios públicos neutrales; son partes interesadas emocionalmente involucradas cuyo bienestar y perspectivas dan forma directamente a los resultados del programa.

Descuidar sus puntos de vista corre el riesgo de comprometer la consolidación de la paz. Cuando los soldados no se sienten apoyados, el cinismo crece. Cuando dudan de la sinceridad de la reintegración, pueden retirarse o resistirse. Por el contrario, su frágil optimismo puede respaldar un compromiso a largo plazo con la paz.

Programas de desradicalización, rehabilitación y reintegración en Sierra Leona, Colombia Y Uganda mostró una dinámica similar: los practicantes soportan pesadas cargas emocionales, a menudo sin el apoyo adecuado. las naciones unidas reconoció esto, insistiendo en que se satisfagan el bienestar del personal y las necesidades psicosociales. La experiencia de Nigeria refuerza esta lección.

Hacia una paz más holística

¿Qué significa esto para la política? Mi estudio sugiere tres pasos clave.

  1. Apoya a los fanáticos. El personal de desradicalización, rehabilitación y reintegración, en particular los soldados, necesita apoyo psicosocial estructurado. Esto incluye asesoramiento, información sobre el trauma y espacios seguros para reflexionar sobre dilemas morales, con mecanismos de retroalimentación para compartir experiencias y perspectivas.

  2. Reformar los sistemas de protección y reconocimiento social. Los salarios puntuales, las políticas de licencia y el reconocimiento de los sacrificios de primera línea no son lujos. Son esenciales para apoyar la moral y contrarrestar las percepciones de traición institucional.

  3. Fortalecer el monitoreo y la participación comunitaria. Para abordar los temores de reincidencia y el resentimiento comunitario, la reintegración debe incluir seguimiento y apoyo a las víctimas.

Un paso imperfecto pero necesario

La Operación Corredor Seguro tiene deficiencias obvias, desde poca transparencia hasta atención limitada a las víctimas, pero abandonarla significaría volver a soluciones militares que ya han fracasado. Los testimonios de los soldados muestran que la reintegración no es imposible, sino incompleta.

La paz depende de reconstruir la confianza: entre el Estado y los soldados, entre los soldados y las comunidades, y entre las comunidades y los excombatientes. Los soldados nigerianos son los guardianes de la paz, pero muchos se sienten traicionados. Es fundamental reconocer sus experiencias, porque la reintegración no se trata sólo de transformar a los luchadores, sino también de apoyar a quienes los guían.

Este artículo se republica desde la conversacionuna organización de noticias independiente y sin fines de lucro que le brinda datos y análisis confiables para ayudarlo a comprender nuestro complejo mundo. Fue escrito por: Átomo celestino, Universidad de Teesside

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Celestina Atom no trabaja, consulta, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que se beneficiaría de este artículo, y no ha revelado afiliaciones relevantes más allá de su nombramiento académico.

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Jeronimo Plata
Jerónimo Plata is a leading cultural expert with over 27 years of experience in journalism, cultural criticism, and artistic project management in Spain and Latin America. With a degree in Art History from the University of Salamanca, Jerónimo has worked in print, digital, and television media, covering everything from contemporary art exhibitions to international music, film, and theater festivals. Throughout his career, Jerónimo has specialized in cultural analysis, promoting emerging artists, and preserving artistic heritage. His approach combines deep academic knowledge with professional practice, allowing him to offer readers enriching, clear, and well-founded content. In addition to his work as a journalist, Jerónimo gives lectures and workshops on cultural criticism and artistic management, and has collaborated with museums and cultural organizations to develop educational and outreach programs. His commitment to quality, authenticity, and the promotion of culture makes him a trusted and respected reference in the cultural field. Phone: +34 622 456 789 Email: jeronimo.plata@sisepuede.es