El canciller alemán Friedrich Merz se vio obligado el miércoles a defender sus comentarios sobre la migración urbana después de días de crecientes críticas por parte de políticos rivales y protestas, sugiriendo que los europeos tienen “miedo de moverse en espacios públicos” debido a los inmigrantes que no respetan la ley.
Hablando en Londres al margen de una cumbre de los Balcanes Occidentales, Merz agudizó su retórica, advirtiendo que los extranjeros sin permisos de residencia válidos están causando problemas en Alemania.
La semana pasada, la canciller abordó directamente su controvertido uso del término “imagen de la ciudad”, ampliamente criticado como racista, sugiriendo que las poblaciones urbanas, que son más diversas que las zonas rurales en Alemania, deberían ser objetivos de deportación.
Las personas de familias inmigrantes ya constituyen “una parte indispensable de nuestro mercado laboral”, afirmó. “Ya no podemos prescindir de ellos, independientemente de su procedencia, de su color de piel y de si son la primera, segunda, tercera o cuarta generación que vive y trabaja en Alemania”.
Pero Merz advirtió que los inmigrantes sin permiso de residencia permanente, que no trabajan y no respetan la ley, plantean problemas en Alemania.
“Muchos de ellos también determinan la imagen pública de nuestras ciudades. Por eso ahora tanta gente en Alemania y en otros países de la Unión Europea, y no sólo en Alemania, simplemente tiene miedo de moverse en los espacios públicos”, afirmó la Canciller.
Esto incluye estaciones de tren, metro y parques, explicó. “Afecta a barrios enteros, lo que también plantea grandes problemas a nuestra policía”.



