Los hutíes de Yemen, alineados con Irán, dijeron el viernes que juzgarían a los trabajadores locales de la ONU detenidos bajo cargos de espiar para Israel.
Las milicias rebeldes han atacado a las agencias de la ONU desde agosto. Allanaron sus oficinas en Saná, la capital yemení, y arrestaron a varios empleados.
La ONU condenó esta semana lo que llamó “detenciones arbitrarias” de sus trabajadores y de otras organizaciones internacionales, y exigió la liberación de 59 empleados detenidos por los hutíes.
Nasruddin Amer, un alto funcionario hutí, dijo el viernes que el juicio planeado no estaba dirigido a la ONU ni a otros grupos humanitarios internacionales.
“El poder judicial determinará el castigo para los acusados de espiar para Israel de acuerdo con la ley yemení”, dijo Amer a DPA. “Esta no es una ley que promulgamos nosotros. Es una ley que ha estado vigente y aplicada en el país por regímenes anteriores”.
Según la legislación yemení, los sospechosos se enfrentan a la pena de muerte si son declarados culpables.
“El caso no es contra las organizaciones, sino contra quienes explotaron el trabajo humanitario para llevar a cabo actividades de espionaje contra nuestro país y nuestro pueblo”, añadió Amer.
No dijo cuántas personas serán juzgadas ni cuándo comenzarán las audiencias.
El líder de la milicia Abdel-Malek al-Houthi acusó anteriormente a organizaciones de la ONU de estar involucradas en actividades de “espionaje y agresión”.
La represión hutí se produjo después de que un ataque israelí a finales de agosto en Saná matara a Ahmed al-Rahawi, el entonces primer ministro del grupo, y a nueve ministros.
Después de que estalló el conflicto de Gaza en octubre de 2023, los hutíes comenzaron a atacar a Israel con misiles y drones. La milicia presentó estos ataques como apoyo a los palestinos en la Franja de Gaza.
Los hutíes controlan grandes zonas del norte de Yemen devastado por la guerra, incluida Saná.



