Los resultados podrían redefinir los límites conocidos de la vida en la Tierra y ofrecer un modelo de cómo podría verse la vida microbiana en Marte u otros planetas áridos.
Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev y NASA han descubierto vida microscópica en el desierto del sur de Israel capaz de soportar algunas de las condiciones más duras de la Tierra. Los resultados, publicados el miércoles, podrían redefinir los límites conocidos de la vida en la Tierra y ofrecer un modelo de cómo podría verse la vida microbiana en Marte u otros planetas áridos.
El estudio conjunto, publicado en la revista revisada por pares. Informes de microbiología ambientalexaminaron microorganismos que viven en rocas areniscas del valle de Timna, una región hiperárida en el sur de Aravá con menos de 100 milímetros de precipitación anual.
A pesar del calor sofocante del desierto, la falta de agua y la intensa radiación ultravioleta, los científicos han identificado una población bacteriana única del grupo de las cianobacterias (comúnmente conocidas como algas verdiazules) que sobrevive entrando en un estado latente.
“En este estudio, nos centramos en examinar las comunidades microbianas que existen en una capa delgada debajo de la superficie superior de la piedra”, dijo la Dra. Irit Nir del Departamento de Ingeniería Biotecnológica de la Universidad Ben-Gurion, quien dirigió la investigación. “Este entorno de crecimiento proporciona protección contra las altas temperaturas y la radiación, al tiempo que permite que penetre suficiente luz y agua para su existencia”.
El equipo, que también incluía investigadores del Centro de Investigación del Mar Muerto y Arava y del Centro de Investigación Ames de la NASA, buscó comprender cómo la vida puede persistir en lugares donde el agua está casi ausente y las temperaturas pueden variar ampliamente. Sus hallazgos revelan que apenas unos milímetros debajo de la superficie de la roca, colonias de bacterias fotosintéticas viven protegidas del duro ambiente de arriba, utilizando la estructura porosa de la arenisca para atrapar rastros de humedad.
Parque Timna. (crédito: cortesía de Timna Park, Aravá del Sur)
“Parque Timna “La interacción entre las propiedades físicas de la arenisca local y los raros episodios de lluvia y falta de rocío crea condiciones selectivas para el desarrollo de bacterias fotosintéticas del grupo de las cianobacterias”.
El estudio se basa en descubrimientos anteriores realizados en la década de 1970 por el profesor Imri Friedman de la Universidad Ben-Gurion y el Dr. Chris McKay de la NASA, quienes fueron los primeros en identificar comunidades microbianas endolíticas dentro de la roca en desiertos extremos. Aunque investigaciones anteriores confirmaron la existencia de tales microorganismos, aún quedan muchas preguntas sobre su adaptabilidad y mecanismos de supervivencia a largo plazo.
Para responder a esto, el equipo combinó datos climáticos locales, análisis de sedimentos, imágenes microscópicas y secuenciación genética para construir una imagen más completa de cómo estas comunidades bacterianas persisten en el tiempo. Un experimento analizó muestras de arenisca almacenadas en condiciones oscuras y secas durante más de 25 años. Sorprendentemente, los microbios no mostraron pérdida de pigmentación ni cambios significativos en la estructura de la comunidad, lo que sugiere que pueden permanecer inactivos durante décadas hasta que haya agua disponible.
La investigación israelí ayuda a los científicos a descubrir de qué es capaz la vida
“La población microbiana descrita en el estudio puede sobrevivir durante períodos prolongados, alrededor de 25 años, en condiciones de oscuridad y sequía sin perder viabilidad”, afirmó el Dr. Nir. “Cuando aparece agua, aunque sea brevemente, pueden despertarse y reanudar su actividad metabólica”.
Según los investigadores, esta estrategia de supervivencia basada en la inactividad refleja lo que podría suceder en planetas como Marte, donde el agua líquida es escasa y la radiación superficial es intensa. El equipo descubrió que dentro de los poros de la piedra arenisca, las bacterias están protegidas de la radiación mortal y sobreviven a la desecación a través de un letargo prolongado, reactivándose sólo cuando aparece una humedad mínima.
“Estos hallazgos abren vías importantes para la búsqueda de evidencia de vida microbiana fuera de la Tierra y proporcionan un modelo único para comprender el potencial de vida en Marte”, explicó el Dr. Nir.
Los investigadores también descubrieron que los procesos metabólicos de los microbios pueden alterar los minerales cercanos, dejando rastros isotópicos o de textura que podrían servir como pistas de firmas biológicas que los científicos podrían buscar en las rocas marcianas.
Al estudiar cómo persiste la vida microbiana en el extremo desierto de Timna, los científicos esperan comprender mejor no sólo los límites de la vida en la Tierra, sino también dónde podría existir en otros lugares.
“Este tipo de investigación no sólo nos informa sobre la supervivencia en los desiertos”, dijo Kushmaro. “Nos ayuda a definir de qué es capaz la vida misma y dónde podríamos encontrarla a continuación”.