CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Fiscales federales de México arrestaron a otro presunto cómplice del asesinato en 1994 del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, un crimen que conmocionó al país y sigue sin solucióna pesar de que el asesino confeso lleva más de 30 años encarcelado.
Un funcionario federal, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente, confirmó a The Associated Press el lunes que Jorge Antonio Sánchez Ortega fue arrestado en Tijuana en relación con el asesinato de Colosio. El funcionario no precisó los cargos contra Sánchez Ortega, quien se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en el centro de México a la espera de juicio.
Según el Registro Nacional de Detenciones, el arresto se produjo el sábado.
Colosio, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1994, fue baleado dos veces durante un mitin en la ciudad de Tijuana, al norte de México. Desde 2024, los fiscales federales buscan procesar a un agente de inteligencia designado como guardaespaldas, identificado únicamente como Jorge Antonio “S”, como presunto autor del segundo tiroteo.
Hasta el lunes, la fiscalía no se había pronunciado oficialmente sobre la detención de Sánchez Ortega.
Mario Aburto cumple una condena de 45 años de prisión desde 1994 tras declararse el único autor del asesinato, confesión de la que luego se retractó, alegando haber sido torturado.
Tras las denuncias de Aburto, durante la administración de Presidente Andrés Manuel López Obrador (2019-2024), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recomendó a la Fiscalía Federal reabrir la investigación.
El asesinato de Colosio desencadenó una importante crisis política en México y siempre ha estado rodeado de polémica alimentada por la posibilidad de que haya sido alentado por ciertas esferas de poder, en un contexto de luchas internas dentro del gobernante PRI para elegir al sucesor del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
En un comunicado de enero de 2024, la fiscalía general dijo que había evidencia de que el guardia de seguridad de Colosio estaba en el lugar y tenía la ropa manchada con la sangre de la víctima. También dijo que la evidencia balística indicó que disparó un arma, con sólo unos segundos de diferencia entre los dos disparos, y que los testigos lo vieron huir inmediatamente después del tiroteo.
En el mismo comunicado de prensa, la agencia considera haber confirmado que el Centro Nacional de Seguridad e Investigaciones, que en 1994 dependía de la Secretaría de Gobernación, había enviado al agente al lugar del asesinato para luego “encubrirlo y sacarlo de Tijuana de manera urgente y subrepticia”. El comunicado concluyó que la liberación inmediata del agente fue “un claro encubrimiento criminal”. ____
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