La agencia de calificación global Standard & Poor’s (S&P) ha rebajado sorprendentemente la calificación soberana de Francia de AA- a A+, mientras el país lucha contra la inestabilidad gubernamental y una fuerte deuda.
Aunque recientemente se presentó una propuesta de presupuesto, persiste la incertidumbre, dijo S&P el viernes por la noche sobre su decisión.
Francia está experimentando “su inestabilidad política más grave” en casi 70 años, dijo la agencia, citando una “fragmentación política cada vez más intensa” y un cambio de seis primeros ministros en tres años.
La rebaja podría llevar a tasas de interés más altas para los bonos gubernamentales recién emitidos, advierte.
El ministro de Finanzas, Roland Lescure, interpretó esta decisión como “una llamada a la claridad y a la responsabilidad”, declaró a la radio Franceinfo.
“Es un llamado a la seriedad”, añadió Lescure, refiriéndose a las finanzas públicas de Francia, que actualmente luchan con una carga de deuda de 3,3 billones de euros (3,85 billones de dólares).
“No podemos ignorar esta nube, que se suma a una previsión meteorológica ya bastante sombría”, subrayó.
La segunda economía más grande de la zona del euro ahora se beneficia de la misma calificación de S&P que Portugal y España. Los expertos de la agencia todavía esperan que la deuda del país siga siendo elevada, superior al 5% del producto interior bruto.
El nuevo gobierno francés encabezado por el primer ministro Sébastien Lecornu se ha fijado el objetivo de reducir esta cifra del 5,4% previsto para 2025 al 4,7% el próximo año.
Para 2029, el nuevo endeudamiento debe reducirse a 3 puntos porcentuales de la producción económica.
Con la rebaja de la calificación de S&P, Francia perdió la calificación doble A otorgada por dos de las tres principales agencias de calificación.
El mes pasado, Fitch rebajó la calificación crediticia del país de AA- a A+. Se espera que Moody’s, que todavía califica a Francia con Aa3, anuncie su decisión el próximo viernes.



