La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha declarado que Israel debe facilitar la entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por parte de las Naciones Unidas y sus entidades para garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población civil palestina.
Una opinión consultiva del tribunal superior de la ONU también dijo que Israel no había fundamentado sus afirmaciones de que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) carecía de neutralidad o que un número significativo de sus empleados eran miembros de Hamás u otros grupos armados. La Unrwa rechaza estas afirmaciones.
El embajador de Israel ante la ONU calificó de “vergonzosa” la opinión de la CIJ sobre la UNRWA.
Aunque esta opinión no es vinculante, tiene un importante peso moral y diplomático.
En diciembre, la Asamblea General de la ONU pidió a la CIJ una opinión sobre las obligaciones legales de Israel con las agencias de la ONU y las organizaciones internacionales que operan en la ocupada Cisjordania y Gaza.
Esto se produjo después de que el parlamento israelí aprobara leyes que prohibían toda actividad de la UNRWA en territorio israelí y todo contacto con funcionarios israelíes.
Se pidió a la CIJ que incluyera también en su opinión el deber de Israel de permitir la entrega sin obstáculos de suministros esenciales a los civiles palestinos.
Israel reforzó su bloqueo sobre Gaza después de que comenzara su guerra con Hamas hace dos años y desde entonces ha restringido -y en ocasiones detenido por completo- la entrada de alimentos y otras ayudas a los 2,1 millones de residentes.
Antes de que el acuerdo de alto el fuego de este mes entrara en vigor, expertos internacionales respaldados por la ONU estimaban que más de 640.000 personas enfrentaban niveles catastróficos de inseguridad alimentaria y que había una hambruna “enteramente provocada por el hombre” en la ciudad de Gaza.
Israel rechazó la declaración de hambruna, insistiendo en que estaba permitiendo la entrada de alimentos suficientes.



