Cuando una maestra de cuarto grado ryan brasil colocó un jarrón de vidrio en el escritorio de su salón de clases, sus alumnos no esperaban una lección emotiva. Pero en cuestión de minutos, este jarrón se convirtió en un símbolo de cómo el dolor llena nuestros corazones y mentes y cómo la compasión ayuda a hacer espacio nuevamente.
La sencilla demostración que compartió en un vídeo viral en Instagramvisto 417.000 veces, usó pompones y un trozo de papel arrugado para mostrar a sus alumnos cómo dolor puede llenar nuestros corazones y mentes. Fue un momento de vulnerabilidad que resonó mucho más allá de su salón de clases y sirvió como un poderoso recordatorio de cómo la empatía se arraiga cuando les damos a los niños permiso para sentir.
Un jarrón que se convirtió en una lección de empatía
En el video, Brasil comienza explicando que el jarrón representa su cerebro y su corazón. Deja caer pequeños pompones, cada uno de los cuales simboliza las cosas cotidianas que llenan su espacio mental: ruido, preguntas, errores y estrés cotidiano. Normalmente, les dice a sus alumnos, todavía hay lugar para la paciencia y la calma.
Luego añade un trozo de papel negro arrugado. Es, explica, pena. Cuando el dolor entra en nuestras vidas, ocupa un espacio que alguna vez perteneció a la paciencia o la concentración. “El duelo ocupa espacio, no sólo en tu corazón, sino también en tu cerebro. » ella les dijo. “Esto puede hacerte sentir más cansado, menos paciente y más rápido para sentirte abrumado.
Brasil compartió con Valioso que recientemente perdió inesperadamente a su hermana y quería que sus alumnos entendieran por qué podía parecer distraída o enojada. En lugar de ocultar su dolor, decidió hablar de ello y, al hacerlo, invitó a sus alumnos a hacer lo mismo.
Luego la clase dibujó sus propios “recipientes”, llenando el interior con sentimientos y pensamientos y el exterior con cosas que les ayuden a hacer espacio nuevamente: amabilidad, risa, dibujo, conversación, descanso. Juntos crearon una pieza colaborativa que decía: “Nos hacemos espacio unos para otros”.
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Por qué lecciones como esta ayudan a los niños a afrontar el duelo
Los niños experimentan el duelo de manera diferente que los adultos. A menudo sienten emociones que aún no pueden nombrar y que pueden causarles confusión o miedo. la investigacion de Continuidad en la educación muestra que las conversaciones abiertas y apropiadas para su edad sobre la pérdida ayudan a los niños a desarrollar resiliencia emocional y reducir la ansiedad.
Asimismo, estudios publicados en el Instituto de mente infantil indican que cuando los adultos modelan la expresión emocional y la autoconciencia, los niños se vuelven más capaces de regular sus propios sentimientos. La demostración del jarrón en Brasil les dio a sus estudiantes una forma concreta de entender esto: mostrándoles que la capacidad emocional es algo que todos manejamos y que está bien cuando el espacio interior parece más pequeño.
Al sacar a la luz su dolor, ayudó a sus alumnos a comprender que incluso los adultos luchan y que no es necesario ocultar las emociones para ser respetadas.
lo que dice la gente
Los comentarios sobre el video de Brasil reflejan cuán profundamente resonó este momento a través de generaciones y experiencias.
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“Sólo quiero abrazar a la personita que escucho haciendo ruiditos de tristeza”. — anncabw
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“No eres terapeuta, amigo mío. No hay razón para que hayas molestado así a esos niños”. — tonyandjamiediflorio
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“Necesitamos más de este tipo de enseñanza y de esta manera. Es realmente empoderador para nuestros estudiantes. Gracias por ser vulnerables”. — kristyheffnerhilton
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“Uf, y sin mencionar a los niños pequeños que solo tienen un jarrón pequeño (dependiendo de su edad), de ahí vienen las rabietas. Es por eso que derribar sus peces dorados es demasiado difícil de manejar. Porque no es necesariamente una angustia. Podrían ser otras cosas tomando su lugar”. — klrb28
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“Esto toca mi corazón en muchos niveles: llevo dentro de mí un corazón afligido por 10 años, la edad que tenía cuando murió mi padre. Él era un maestro, amado por estudiantes y padres, como estoy seguro que usted lo es. He sido un profesional del duelo, educador y escritor durante más de 20 años y esta es una de las explicaciones más hermosas, claras y extraordinarias que he escuchado. Gracias por venir desde mi corazón grande y pequeño en duelo.
La combinación de gratitud, debate y reflexión revela cómo el duelo se cruza con el aprendizaje y la crianza de los hijos. Muchos espectadores vieron el jarrón como una metáfora visual de empatía en sí mismo: un recordatorio de que cada niño y cada adulto lleva un peso invisible.
Lo que los padres pueden aprender de la metáfora del jarrón
La lección de Ryan Brazil ofrece más que solo comida para llevar en el aula. Es una guía para padres que quieren ayudar a sus hijos a navegar grandes emociones en casa.
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Crea una maceta con un “espacio de corazón”: Anime a su hijo a colocar dibujos, notas o recuerdos que representen a la persona o el sentimiento que les falta. Esta práctica, respaldada por las conclusiones del Diario de pérdida y traumapuede ayudar a exteriorizar emociones y concretar sentimientos abstractos.
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Nombra lo que llena tu jarrón: Utilice la metáfora de Brasil para describir la sobrecarga emocional en un lenguaje apropiado para su edad. Decir “hoy mi jarrón está muy lleno” demuestra conciencia sin vergüenza.
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Continúe la conversación: La investigación del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI) muestra que las discusiones continuas sobre la pérdida y el bienestar emocional ayudan a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento a largo plazo.
Estas pequeñas acciones pueden transformar el duelo de una experiencia aislante a un proceso compartido de comprensión.
Haciendo espacio el uno para el otro
Cuando Ryan Brazil les dijo a sus alumnos, “Nos hacemos espacio unos para otros” Ofreció una verdad que se extendía mucho más allá de su salón de clases. El dolor puede reducir nuestra capacidad, pero la compasión la vuelve a ampliar. Al hacer espacio para nuestros propios sentimientos, les mostramos a nuestros hijos que los suyos también están a salvo y que la curación a menudo comienza cuando simplemente decidimos compartir lo que llevamos.
Fuentes:



