La gente salió a las calles de las ciudades alemanas el jueves para protestar por los controvertidos comentarios del canciller Friedrich Merz sobre la migración urbana.
En Colonia, la policía registró alrededor de 1.200 manifestantes, mientras que los organizadores dijeron que en la manifestación participaron 5.000 personas.
En Heidelberg, el colectivo Queerfeminist convocó una manifestación bajo el lema “Por una bella imagen de la ciudad”, en la que participaron unas 1.350 personas.
En Münster, según la policía, alrededor de 1.400 personas asistieron a una manifestación organizada por la alianza “Keinen Meter den Nazis” (Ni un metro para los nazis). Después del evento, los organizadores informaron de 1.600 participantes.
Merz afirmó la semana pasada que el gobierno federal está corrigiendo errores pasados en la política migratoria y logrando avances: “Pero, por supuesto, todavía tenemos este problema con la imagen de la ciudad, y por eso el Ministro del Interior federal está facilitando y llevando a cabo deportaciones a gran escala”.
El lunes reafirmó su posición diciendo: “Pregunten a sus hijas qué quise decir con eso. Creo que obtendrán una respuesta bastante clara e inequívoca”.
La declaración provocó más indignación, con protestas en Berlín y más de 140.000 personas firmando una petición en línea titulada “Nosotros somos las chicas”.
Dos días después, aclaró que los problemas a los que se refería eran causados por inmigrantes que no tenían estatus de residentes permanentes, que no trabajaban y que no respetaban las normas aplicables en Alemania.
Los comentarios de Merz fueron ampliamente criticados como racistas, sugiriendo que las poblaciones urbanas –que son más diversas que las de las zonas rurales en Alemania– deberían ser objeto de expulsión.
Desde entonces, políticos dentro y fuera de su coalición han atacado al canciller conservador por sus comentarios.



