Al principio, el ingeniero de software no logró conseguir un tesoro de secretos comerciales del gigante de chips informáticos Intel de Santa Clara, pero luego lo intentó de nuevo.
Jinfeng Luo, que trabaja en Intel desde 2014, fue informado el 7 de julio de que su empleo en la empresa terminaría el 31 de julio, según una demanda que Intel presentó contra él el viernes.
Ocho días antes de que terminara su empleo, Luo supuestamente conectó un disco duro externo a su computadora portátil Intel, pero cuando intentó descargar un archivo, los controles internos de la compañía bloquearon la transferencia, según la demanda.
Cinco días después, según la demanda, Luo implementó una tecnología diferente, un dispositivo más sofisticado que se asemeja a un pequeño servidor de computadora, llamado dispositivo de almacenamiento en red.
Durante los siguientes tres días, Luo descargó casi 18.000 archivos, incluidos algunos etiquetados como “Intel Top Secret”, según la demanda presentada en el tribunal estatal de Washington.
No estaba claro el miércoles si Luo tenía un abogado que lo representara en el asunto, y no fue posible contactarlo de inmediato para hacer comentarios.
Intel, acusando a Luo de violar las leyes federales y estatales de secreto comercial, le pide al menos 250.000 dólares de compensación. La empresa también solicita una orden judicial que obligue a Luo a entregar sus dispositivos electrónicos personales para su inspección y que le exija que proporcione a la empresa su información confidencial supuestamente malversada.
El fabricante de chips de Santa Clara, eclipsado a la vista del público por sus vecinos de Silicon Valley, Google, Apple y Facebook, se encontró en el centro de atención nacional durante el verano cuando el presidente Donald Trump anunció que el gobierno federal -utilizando subvenciones y promesas de financiación ya concedidas pero en su mayoría no pagadas- iba a adquirir una participación del 10 por ciento en la empresa.
La demanda no explica claramente por qué Luo, de Seattle, fue despedido. Intel dijo en una presentación regulatoria de junio que planeaba reducir su plantilla en un 15% este año.
Intel detectó las supuestas transferencias de datos de Luo e inició una investigación, según la demanda.
Durante casi tres meses, la compañía intentó comunicarse con Luo (una descripción general de los esfuerzos de Intel para contactarlo ocupa dos páginas de la demanda de 14 páginas) pero nunca respondió a llamadas telefónicas, correos electrónicos y cartas, según la demanda.
“Luo se negó incluso a colaborar con Intel”, afirma la demanda, “y mucho menos devolver los archivos”.



