A medida que el mandato del alcalde Eric Adams llega a su fin, el Panel de Política Educativa supuesto ser la herramienta del alcalde para el control escolar se ha vuelto deshonesta, excediendo su propia autoridad e intentando eludir sus responsabilidades cuando se trata de garantizar la continuidad del servicio de autobús para los estudiantes de las escuelas públicas.
El PEP lo volvió a hacer la semana pasada, negándose incluso a considerar aprobar nuevos contratos de transporte escolar a largo plazo negociados por el Ayuntamiento, y aprobar sólo extensiones de un mes con la esperanza de que un nuevo alcalde elegido el martes indique el deseo de recompensar los intereses especiales a expensas de los niños.
El contrato a largo plazo propuesto por el Ayuntamiento permitiría a los operadores de autobuses obtener los fondos necesarios para la transición a la electrificación de las flotas de autobuses escolares según lo exige la ley estatal, y modernizar sus flotas para garantizar un servicio adecuado.
Pero los rebeldes del PEP están interesados en preservar los derechos de antigüedad de los conductores de autobuses, que elevan enormes costos –y que en realidad fueron declarados ilegales por los tribunales estatales en los años de Bloomberg– con la esperanza de que los legisladores los legalicen.
Este episodio muestra lo fácil que será para un alcalde Mamdani renunciar al control del sistema escolar, incluso sin perder formalmente el control del alcalde: basta con dejar que los miembros se vuelvan rebeldes y los intereses especiales tomarán felizmente el control.
Esta es otra razón más por la que los votantes deberían negarle la victoria a Zohran Mamdani el martes.



