Keftedes me engancha (como croquetas)
(En la foto de arriba)
Las pequeñas tortitas o croquetas fritas, a menudo llamadas keftes, son una especialidad popular de la cocina judía sefardí. Estas croquetas de puerros son una deliciosa fusión de abundante carne de res con el sabor delicado y ligeramente dulce de los puerros, y estoy absolutamente loco por ellas.
Hacer 12
4 puerros
250g hacha carne de res
2 huevos
1 cucharada pan rallado (o harina de matzá)
1 cucharada eneldofinamente picado
1 cucharada hoja plana perejilfinamente picado
½ cucharadita pimentón dulce
Aceite de olivapara freír
gajos de limonservir
Lavar bien los puerros y cortarles las raíces y la mayor parte del tallo verde. Córtelo por la mitad a lo largo y luego en círculos de 1,5 cm. Coloque en una sartén y cubra con agua, luego cocine a fuego medio durante unos 20 minutos o hasta que se ablanden.
Escurrir los puerros y ponerlos en un bol grande con la carne, los huevos, el pan rallado, el eneldo, el perejil y el pimentón y sazonar bien con sal y pimienta. Mezclar bien con las manos y luego formar croquetas con unas cucharadas, aplanando un poco. Colocar en un plato y continuar con el resto de la mezcla.
Calentar el aceite de oliva en una sartén a una profundidad de unos 2 cm a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, sofreír las croquetas en tandas pequeñas hasta que estén doradas por ambos lados. (No llenes demasiado la sartén ya que esto reduce el calor del aceite). Retire las croquetas cocidas a un plato forrado con toallas de papel y déjelas enfriar.
Servir con rodajas de limón.
Spinach Kefts (croquetas de espinacas)
Estas croquetas de espinacas y queso están riquísimas. El exterior dorado y crujiente da paso a un relleno cremoso. Las espinacas añaden una nota fresca y ligeramente terrosa, mientras que el queso aporta una cremosidad rica y sabrosa. Puedes sustituir el queso por puré de patatas cocido si lo deseas.
Hacer 16-18 años
1 kilogramo espinacas frescas (o unos 500 g de espinacas congeladas, descongeladas durante la noche en el frigorífico)
3 cucharadas aceite de oliva
1 cebollafinamente cortado
2 dientes de ajofinamente picado
100g cefalotirirallado
80g ricota
½ cucharadita nuez moscada rallada
½ cucharadita pimentón dulce
120g pan rallado seco (1¼ taza), más extra si es necesario
3 huevos
Aceite de oliva para freír (o aceite de girasol)
gajos de limonservir
Si usa espinacas frescas, lávelas bien, deseche los tallos duros y córtelas en trozos grandes. Colocar en una cacerola grande con un poco de agua a fuego medio. Una vez que se ablanden, escurrir en un colador durante unos 15 minutos, luego exprimir el exceso de líquido y reservar.
Si usa espinacas congeladas descongeladas, exprima con cuidado el exceso de líquido.
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio y saltea la cebolla y el ajo hasta que se ablanden, unos cuatro minutos. Retirar del fuego.
Coloque las espinacas cocidas, la cebolla y el ajo salteados, los kefalotyri, la ricota, la nuez moscada, el pimentón, el pan rallado y los huevos en un tazón grande y sazone con sal y pimienta. Mezclar bien hasta que se combinen. Si la mezcla parece demasiado líquida, añade un poco de pan rallado.
Con las manos, forma con la mezcla croquetas ovaladas un poco más grandes que una nuez pero más pequeñas que un huevo y colócalas en una bandeja para horno cubierta con papel pergamino. Cubra y refrigere por al menos una hora.
En una sartén grande a fuego medio, caliente el aceite de oliva hasta una profundidad de aproximadamente 1 cm. Fríe las croquetas de a pocas durante dos o tres minutos por cada lado, dándoles la vuelta hasta que estén completamente doradas, luego colócalas sobre toallas de papel.
Servir con rodajas de limón.
Falsificaciones de kroketes (croquetas de lentejas)
Con su exterior crujiente y su interior tierno, estas croquetas no solo son deliciosas sino también un refrigerio o comida maravillosamente nutritiva.
Hacer 12
45g lentejas marrones secas (¼ de taza)
90g burgués (bulgur, ½ taza)
125ml aceite de oliva (½ taza)
1 cebolla, finamente cortado en cubitos
1 cucharadita comino molido
1 cucharada menta picada
1 cucharada hoja plana perejilhacha
1 huevo
Sal y pimienta, al gusto
Yogur griego y rodajas de limónservir
Coloca las lentejas en un cazo y cubre con abundante agua. Cocine a fuego medio durante unos 20 minutos o hasta que estén casi cocidas, agregando más agua para mantener las lentejas cubiertas si es necesario.
Agrega el burgul y continúa cocinando hasta que se ablande. Escurrir bien las lentejas y el burgul y reservar en un bol.
Calienta la mitad del aceite de oliva en una sartén a fuego medio y saltea las cebollas hasta que estén blandas. Retire del fuego y mezcle el comino, la menta, el perejil y el huevo. Agréguelo a la mezcla de lentejas y burgul y mezcle bien.
Calienta el aceite restante en la sartén a fuego medio. Tomar cucharadas de la mezcla y darle forma de croqueta del tamaño de una nuez grande, luego freír de a poco hasta que se doren y retirar a un plato forrado con toallas de papel. Continúe friendo en tandas pequeñas hasta que haya usado toda la mezcla.
Coloca las croquetas en una fuente y sírvelas con una cucharada de yogur griego y un chorrito de limón.
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Este es un extracto editado de Salónica de Meni Valle, fotografía y estilismo de Stephanie Stamatis ($50; Hardie Grant Books).



